Otras han sido diseñadas y construidas por el hombre para satisfacer sus necesidades a lo largo de su evolución, las llamaremos estructuras artificiales. Los ejemplos más usuales de este tipo de estructuras son los puentes y edificios, pero las podemos encontrar en la mayoría de los objetos realizados por el hombre.
Desde los puentes romanos de piedra hasta los largos puentes colgantes; desde los primeros poblados hasta los grandes rascacielos, los avances tecnológicos y la utilización de nuevos materiales van posibilitando al hombre la construcción de estructuras cada vez más resistentes y ligeras.
A la hora de diseñar una estructura esta debe de cumplir tres propiedades principales: ser resistente, rígida y estable. Resistente para que soporte sin romperse el efecto de las fuerzas a las que se encuentra sometida, rígida para que lo haga sin deformarse y estable para que se mantenga en equilibrio sin volcarse ni caerse.
Mediante ciertas estructuras que soportan pesos importantes, se consigue cruzar una depresión del terreno
u otros obstáculos como el agua u otras vías de comunicación. Los puentes proporcionan un camino,
una carretera, una vía férrea y sujetan tuberías, líneas de distribución de energía o un canal o conducto
de agua en el caso de los acueductos. Se construyen de distintos tipos para solucionar las diversas características
de su ubicación concreta y constan de dos partes principales: unos elementos que configuran
los apoyos o soportes del puente y otra estructura que se sitúa entre las anteriores.
PUENTES MÓVILES:
Este tipo de construcciones se sitúan sobre vías de navegación, desplazándose por elevación, giro o deslizamiento para que pasen las embarcaciones. Un ejemplo de esta clase de estructuras es el puente levadizo Tower Bridge de Londres, en el que la calzada se abre en dos para permitir el paso de los barcos.
PUENTES DE ARCOS:
En época romana y medieval, los puentes sobre arcos se construían con piedra y ladrillo. A partir del siglo XIX, se empezó a utilizar el hierro, lo que permitió edificar construcciones más largas. En Saint Louis (Estados Unidos). A comienzos del siglo XX, se desarrolla la fabricación con hormigón armado, como en el puente del Esla (España), del año 1940.
PUENTES CÉLEBRES:
PUENTE DE LA BAHÍA DE SYDNEY
Se inauguró en Australia en 1932 y mide 503 m. de largo. Además es el puente más ancho del mundo (17 m.).
GRAN PUENTE DE SETO
Situado en Japón, se trata del puente con autopista y vía férrea más grande del mundo (tiene 12 km. de longitud).
PUENTES COLGANTES:
En esta clase de construcciones de gran altura, el peso del puente se sostiene sobre los soportes verticales que se apoyan en el suelo y en los anclajes de las cuerdas. Las torres se fijan a los pilares de sujeción, que pueden estar muy separados entre sí, y sirven de apoyo para los distintos cables.
TIPOS DE PUENTES FIJOS:
DE ARCO
Estos puentes reparten el peso sobre los pilares de apoyo, los arcos contiguos y los apoyos en tierra firme. De esta manera consiguen mayor distancia entre los pilares.
CANTILEVER
El peso de este tipo de construcciones (de acero u hormigón) se divide en dos partes simétricas y se sostiene desde el centro, como sucede en muchos puentes levadizos.
DE TIRANTES
Esta clase de puente se sujeta cerca del centro de sus vigas. El de Normandía alcanza 2.200 m. de longitud y el de Forth se construyó en 1890.
DE ARMADURA
Los puentes de este tipo constan de dos vigas laterales, permiten abarcar grandes distancias y admiten la zona de tránsito entre las sujeciones o por encima de ellas.
ATIRANTADO (EN ARPA)
El mayor puente atirantado de hormigón en el mundo es el del embalse de Barrios de Luna (España), que se inauguró en el año 1985 y alcanza 440 metros.